Pendientes de oro blanco con diamantes y zafiros rosas inspirados en el diente de león

La Maison Curnis fue fundada en Bérgamo en 1920 por Gustavo Curnis. Desde entonces, los valores de la tradición se han transmitido de padres a hijos: pasión, innovación, cultura, calidad absoluta, hospitalidad, experiencia. En 1950, Giacomo Curnis abrió la Gioielleria en Via Monte Grappa, donde su hijo Claudio Curnis desarrolló el negocio, estableciendo su estilo. En 1993, con Cesare Curnis, se añadió la Gioielleria de via Zambonate. Tras obtener el título de Gemólogo en el Instituto Gemológico de América, G.I.A., Cesare Curnis enriqueció la amplia gama de joyas dedicándose personalmente a la producción, desarrollando la técnica de los materiales y la selección de las mejores piedras preciosas, realizando numerosos prototipos para importantes empresas italianas y extranjeras. Hoy Cesare Curnis renueva la tradición cuidando el diseño, seleccionando a los mejores orfebres y las piedras preciosas más raras. Para Curnis, el lujo es la autoexperiencia de las propias elecciones y gustos personales. Por eso las joyas Curnis evocan emociones. La excelente calidad intrínseca, el diseño y la tecnología distinguen a las joyas. La artesanía según nuestro diseño, o la personalización según tu deseo, combinada con la elección de las piedras preciosas más raras hacen que las joyas Curnis sean únicas.