Jill Garber Brazalete con camafeo de querubines y topacio de finales del siglo XIX

Desde el principio de los tiempos, los seres humanos han fabricado objetos con sus manos. Desde lo necesario hasta lo divino, hemos utilizado nuestra imaginación para expresar lo que sentimos y soñamos de formas tan únicas como nuestras huellas dactilares. El arte y la artesanía son nuestro mejor lenguaje común. La joyería, la ropa y los accesorios de Jill Garber se definen por un amor desvergonzado por los siglos de diseño romántico y su inagotable afán por crear belleza en todo lo que toca. Su inconfundible visión artística se basa en su cultivado ojo para los magníficos materiales creados hace mucho tiempo, que combina de las formas más inesperadas. Lo que ha sido atesorado a través de los tiempos se convierte en algo nuevo y sigue vivo en sus manos. Una elaboración exquisita y la atención al más mínimo detalle completan su sello característico. Se dice que la belleza está en el ojo del que mira. Si alguna vez has tenido en tus manos un objeto que te ha emocionado en lo más profundo de tu ser, comprenderás la naturaleza y la finalidad de sus obras de arte para llevar puestas.