Pareja de sillas de trono circulares de finales del siglo XIX de Carlo Bugatti, vitela

Imaginativo, audaz y lleno de detalles poéticos, el trabajo de Carlo Bugatti superó los límites del estilo Art Nouveau . Las célebres sillas , las mesas y otras piezas del diseñador de muebles y artista decorativo italiano son representativas de una serie de influencias que incluyen el gótico europeo, las tradiciones moriscas y el arte clásico japonés. El apetito de Bugatti por experimentar con nuevas formas y materiales ha alimentado la imaginación de diseñadores de todo el mundo.

Bugatti nació en 1856 en Milán. Hijo del exitoso decorador de interiores, escultor y arquitecto Giovanni Bugatti, Carlo se propuso seguir los pasos de su padre, estudiando arquitectura en la Accademia di Belle Arti di Brera y trabajando como ebanista. Se trasladó a París en 1875 para continuar sus estudios de diseño en la prestigiosa Academie des Beaux-Arts. A principios de la década de 1880, Bugatti se había trasladado de nuevo a Milán para continuar su carrera en el diseño de muebles.

Los asientos antiguos Bugatti , las mesas de centro y otros muebles grandes llaman la atención por su nivel de ornamentación. Estas obras presentan motivos tallados a mano y, con frecuencia, incrustaciones de materiales de lujo como el nácar, el ébano y el latón; su característica silla Throne (hacia 1900), por ejemplo, presentaba cobre perforado y vitela. Temas detallados basados en la naturaleza, plantillas y motivos geométricos adornan sus atrevidos biombos decorativos y sillas y mesas artesanales de caoba y nogal.

En 1888, el diseñador mostró su trabajo públicamente por primera vez, exhibiendo piezas en la Exposición de Artes Industriales de Milán y, más tarde, en la Exposición Italiana de Londres. Sus extravagantes muebles le llevaron a triunfar de la noche a la mañana entre los miembros de la aristocracia, que le inundaron de encargos para diseñar muebles a medida para sus hogares. En 1904, Bugatti y su familia se trasladaron a Francia, donde diseñó muebles para grandes almacenes como Maison Dufayel y Le Bon Marché. Sus dos hijos también se dedicaron al diseño: Rembrandt Bugatti se convirtió en un destacado escultor, mientras que Ettore adquirió renombre como diseñador y fabricante de automóviles.

Aunque con los años sus muebles fueron adquiriendo un aspecto cada vez más apagado -y con el tiempo empezaría a diseñar vajillas y joyas-, Bugatti fue aclamado a lo largo de toda su carrera. Recibió un premio en la Exposición de París de 1900 y expuso interiores y una colección de muebles en la inaugural Exposición Internacional de Artes Decorativas Modernas de Turín (Italia) en 1902. En la actualidad, la obra de Bugatti permanece expuesta de forma permanente en el Musée de la Chartreuse de Molsheim (Francia).

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