Cuenco Holmegaard azul con rayas de caramelo de Torben Jorgensen, años 80

Holmegaard lleva casi dos siglos creando cristalería de calidad . La legendaria cristalería ha colaborado con decenas de célebres diseñadores a lo largo de su dilatada historia, como Arne Jacobsen, Louise Campbell, Bodil Kjær y muchos otros, y cada artesano ha creado jarrones, botellas y otros vajilla y objetos decorativos que son muy apreciados tanto por coleccionistas como por entendidos en arte. En la actualidad, Holmegaard es una potencia del diseño moderno y funcionalista del vidrio danés.

La Cristalería Holmegaard era el sueño del conde danés Christian Danneskiold-Samsøe, que solicitó al rey de Dinamarca permiso para construir una fábrica. Lamentablemente, cuando se concedió el permiso, el conde había fallecido, dejando que su viuda, la condesa Henriette Danneskiold-Samsøe, continuara el sueño de su difunto marido en 1825. La fábrica se estableció en la ciudad de Fensmark, en la ciénaga de Holmegaard, donde se podía recoger rica turba y utilizarla como combustible para los hornos de alta temperatura necesarios para producir allí el vidrio.

Al principio, la fábrica sólo producía simples botellas de envase de vidrio verde soplado a boca: la necesidad era de cristalería meramente funcional. No fue hasta la década de 1920 cuando progresó como entidad significativa en el mundo del diseño. Hubo una fructífera colaboración para crear vajillas de cristal con la Real Fábrica Danesa de Porcelana y el artista del cristal Oluf Jensen. En 1925, Holmegaard contrató a Jacob Eiler Bang como primer diseñador interno de la fábrica de vidrio.

Bang se formó como arquitecto y estaba trabajando en el pabellón danés de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas -la feria que dio a conocer mundialmente el estilo Art Decó - cuando sus esfuerzos llamaron la atención de Holmegaard. Bang creía en el concepto de hacer cosas "bonitas, fuertes, prácticas y baratas". Sus diseños seductores y funcionalistas para jarrones, decantadores, botellas y otros objetos -guiados por las teorías que sustentan el modernismo escandinavo - cosecharon elogios tanto para Bang como para Holmegaard, y llegó a ser conocido como uno de los padres del funcionalismo en la cristalería danesa.

Holmegaard pasó a trabajar con Per Lütken, que creó intrincados objetos que redefinieron el estilo de la fábrica y el diseño danés del vidrio en su conjunto. Lütken produjo más de 3.000 piezas para la cristalería, entre ellas el venerado cuenco Provence, una de las piezas por las que la cristalería es más conocida. La marca pasó a trabajar con otros artistas notables, como Otto Brauer y el hijo de Jacob Bang, Michael Bang, cuya gama Palet, la gama de copas de vino Fontaine y las lámparas Mandarin se encuentran entre las creaciones más icónicas de Holmegaard.

Hoy, Holmegaard Glassworks es propiedad de Rosendahl Design Group. Es el mayor fabricante de vidrio de Dinamarca, además del más antiguo e histórico.

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