Reloj francés del siglo XIX de bronce dorado y porcelana al gusto de Luis XVI

La empresa relojera Raingo Frères construyó algunos de los relojes más notables del siglo XIX. Conocida sobre todo por sus ornamentados relojes de chimenea, la empresa también elaboraba con maestría otras obras, como los candelabros y las esculturas . Siguiendo el modelo de los estilos Renacimiento, Bizantino y Imperio, los adornos dorados de la empresa son algunas de las obras artísticas más reconocibles del siglo XIX. Muestra la elaborada majestuosidad predominante en las casas aristocráticas y reales de la época. 

Relojero y metalúrgico belga Zacharie Raingo era hijo de un relojero, y se dedicó al oficio en su juventud. Vivió y trabajó en Bélgica hasta 1813, cuando se trasladó a París. Durante su estancia en Bélgica, Raingo se inspiró en Antide Janvier y desarrolló su propio péndulo planetario. En 1810 patentó un reloj astronómico, un mecanismo esférico giratorio diseñado para emular el comportamiento de los cuerpos celestes.

En 1823 fundó Raingo Frères con sus cuatro hijos, Adolphe, Charles, Denis y Dorsant. Establecida como empresa industrial y comercial, la compañía adquirió rápidamente notoriedad por su trabajo en bronce, además de su fama como fabricante de relojes. Creó obras para toda una serie de nobles y miembros de la realeza, como el duque de Chartres, el rey Jorge V de Inglaterra y el emperador Napoleón III de Francia, cuya colección se encuentra ahora en el museo Louvre de París.

La empresa expuso sus obras en las Ferias Mundiales de París de 1867, 1878 y 1889, ganando numerosos premios, incluida una medalla de oro en 1889. Muchos museos y colecciones privadas cuentan con obras de Raingo Frères, como el Museo de Artes y Oficios de París y el Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas.

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