En cuanto al poder de las estrellas del diseño, la silla Beaubourg podría encabezar la lista por sus colaboradores. 

Concebida por primera vez por los premiados arquitectos Richard Rogers y Renzo Piano a principios de la década de 1970 para el Centre Pompidou, el innovador museo de arte moderno y espacio para eventos de ambos en París, el diseño de la silla fue completado finalmente por Michel Cadestin (nacido en 1942) y Georges Laurent (1886-1964). La obra fue coronada ganadora de un concurso juzgado nada menos que por el legendario metalúrgico y diseñador francés Jean Prouvé, él mismo no es ajeno a veneradas piezas de mobiliario.

El diseño final de la silla Beaubourg, producida por primera vez en 1976 por Teda y bautizada con el nombre del barrio del Centro Pompidou (y el título provisional del proyecto museístico), combina un asiento y un respaldo de cuero flexible con un armazón de acero inoxidable enrejado, unido con sencillos pernos metálicos. La forma metálica evoca la arquitectura esquelética del propio Pompidou, cuyo aspecto "de dentro afuera", con su disposición de tuberías multicolores y componentes eléctricos colocados en un lugar destacado del exterior del edificio, provocó una amplia gama de reacciones en París y en las comunidades del diseño y la arquitectura en general. National Geographic, por su parte, afirmó célebremente que el edificio suscitaba "amor a segunda vista"', mientras que un crítico de The Guardian lo calificó de "horrendo".

Además de la silla Beaubourg, Laurent y Cadestin idearon una versión de banco en los años setenta. Ambos modelos se instalaron en el Centro Pompidou en su inauguración en 1977, pero desde entonces han sido sustituidos en todo el museo. Aunque ya no se fabrican, las sillas siguen siendo objetos de coleccionista muy populares, significativos tanto por su diseño distintivo como por su conexión indeleble con uno de los edificios más importantes del postmodernismo.