Fuente de pared de mayólica con pila, elemento decorativo de pared y caño de león de bronce

Nymphenburg -una de las fábricas de porcelana más venerables de Europa- fue fundada cerca de Múnich en 1747 por Maximiliano III José, elector de Baviera. Sin embargo, no empezó a producir con el nombre que conocemos hoy hasta 1761, cuando se trasladó al palacio de Nymphenburg .

La porcelana fue inventada en Asia Oriental hace unos 2.000 años, y su fórmula, que requiere una arcilla especial llamada caolín, se convirtió en un secreto celosamente guardado. Hubo que esperar hasta principios del siglo XVIII para que los químicos de Meissen (Alemania), al servicio de Augusto II el Fuerte, elector de Sajonia, descubrieran un procedimiento para fabricar porcelana auténtica, no de pasta blanda. Pronto, fábricas de toda Europa produjeron servicios y esculturas de porcelana fina para una clientela de élite.

Nymphenburg era una de estas fábricas, que fabricaba elaborados servicios para la cena , postres, café y té, y esculturas para la nobleza bávara. Los objetos redondos, como los platos de Nymphenburg y los jarrones de , se torneaban en torno de alfarero, mientras que los más complejos, como las figuras, se fundían en moldes. Esta técnica garantizaba que las dimensiones de las piezas fueran precisas y coherentes. Una vez moldeadas, se cocían y, a continuación, eran decoradas a mano por pintores de porcelana experimentados, que las terminaban con gran precisión.

Entre los objetos más famosos de Nymphenburg están sus animadas y encantadoras figuritas de estilo rococó , que suelen representar personajes de la Commedia dell'Arte o exóticas figuras chinas. Hoy en día, la empresa fabrica versiones de sus figuritas históricas con formas y decoraciones actualizadas por diseñadores como Christian Lacroix y Vivienne Westwood.

También sigue fabricando uno de sus primeros y eternamente populares modelos de porcelana: el Cumberland floral, creado en 1765 por Franz Anton Bustelli como servicio de corte electoral. Cumberland es uno de los más de 20.000 patrones que se conservan hoy en el archivo de Nymphenburg, lo que permite a los propietarios de juegos incompletos encontrar recambios. Además, la empresa ha contratado a diseñadores contemporáneos como Ted Muehling y Hella Jongerius para crear nuevos e ingeniosos diseños que celebran la historia de la empresa al tiempo que le dan un nuevo giro.

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