Hans Hartung Grabados figurativos

Hans Hartung suele presentarse como abanderado de la École de Paris y de la abstracción lírica, y se le considera principalmente como un pintor de posguerra. Sin embargo, a finales de los años 30, este artista de origen alemán ya había participado en numerosas exposiciones por toda Europa. Su carrera comenzó en 1922, con sólo 18 años, cuando ni siquiera conocía las teorías de Kandinsky, pero produjo una serie de acuarelas abstractas sorprendentes por su pura expresividad. Éste fue el comienzo de una carrera que duró casi 70 años y estuvo jalonada de constantes innovaciones técnicas. Artista paradójico, Hartung se encontraba a menudo en las antípodas de la imagen que los críticos construían de él, lo que provocaba una recepción distorsionada (Annie Claustres). Presentado como adalid de la pintura gestual, lírica y emocional, siguió siendo un apasionado de las matemáticas, y su pintura fue aprehendida a través de su racionalidad: desde los años 30 hasta finales de los 50, primero realizó obras de pequeño tamaño, ejecutadas espontáneamente sobre papel; después creó el cuadro trazando una cuadrícula y escalando el papel de pequeño tamaño sobre un lienzo, refiriéndose punto por punto. Los años 60 también marcaron un punto de inflexión. Hartung dejó de trabajar reproduciendo pequeños formatos, pero se adentró en una paciente búsqueda de innovación tecnológica, incluida la producción de múltiples herramientas. En 1960, ganó el gran premio de pintura de la Bienal de Venecia, alcanzando la cima del reconocimiento internacional. Hartung nunca dejó de crear, pintó con más ardor aún hasta sus últimos días en su propiedad de Antibes que él mismo había diseñado.