Admirador del arte moderno, Finn Juhl (1912-89) presentó un par de sus sofás Poeta -creados originalmente para su propia casa- en la feria del mueble del Gremio de Ebanistas de Copenhague en 1941, junto a esculturas abstractas de escayola del artista islandés Sigurjón Ólafsson. Aunque su objetivo era fabricar piezas funcionales para espacios pequeños, Juhl pasó sus años de formación explorando la Galería Nacional de Arte de Dinamarca y quería fabricar muebles que fueran expresivos e interesantes. Acompañar su trabajo con arte se convirtió en una tradición para el arquitecto y diseñador danés pionero, que ayudó a introducir el modernismo escandinavo en las costas americanas.

Juhl asistió a la Real Academia Danesa de Bellas Artes y trabajó como diseñador de interiores bajo la dirección del arquitecto moderno danés Vilhelm Lauritzen. Antes de ser aclamado por sus sillas con estructura de madera , los hermosos muebles tapizados de Juhl estaban a la orden del día. En colaboración con Niels Vodder-que fabricó el FJ41, o sofá Poeta, llamado así por el cómic de Jørgen Mogensen - Juhl creó unos asientos seductores definidos por curvas orgánicas y cualidades escultóricas que los diferenciaban de las sillas sin adornos de otros fabricantes de muebles modernistas escandinavos como Alvar Aalto.

Ocupando poco espacio, el diminuto sofá Poet de dos plazas fue relanzado en 2001 por House of Finn Juhl, empresa que forma parte de One Collection, que fabrica el sofá en la actualidad. Con su afelpado respaldo en forma de ala y los reposabrazos curvados hacia dentro y cubiertos de tela tejida a mano, la pieza ofrece poco espacio entre los que se sientan. Es como si el Sofá del Poeta anticipara el romance, o al menos exigiera una conversación cercana. Muy conversación cercana.