Pulsera de diamantes baguette cónicos de 2,20 quilates, firmada Kurt Wayne

Kurt Wayne aportó un estilo optimista y juguetón al arte de hacer joyas. Famoso entre los entendidos por sus seductoras y extravagantes creaciones con perlas de los mares del sur, esmeraldas y mucho más, Wayne se apartó de los diseños de joyería convencionales de la época, tomando decisiones tan audaces como colocar un diamante de talla cuadrada en el centro de una esfera pulida de ónice negro. El diseñador de origen austriaco produjo los animados colgantes , los anillos y los broches que se asemejaban a ranas, canarios y búhos, y con radiantes estallidos de estrellas y piedras agrupadas, el estilo de Wayne pretendía deslumbrar tanto como avivar la imaginación.

No se sabe mucho sobre la vida de Kurt Wayne. Se cree que nació en 1909, en Viena, y al parecer fue acogido por un joyero a la edad de diez años. Bajo la tutela del joyero, Wayne aprendió relojería y a trabajar el oro, la plata y las piedras preciosas.

En aquella época, las líneas latigazo , los materiales vibrantes y las imágenes dramáticas que habían caracterizado el estilo Art Nouveau -cimentado en la cultura vienesa por artistas como los del colectivo Wiener Werkstätte y otros que trabajaban en el estilo Jugendstil en Alemania y Austria- habían dado paso a los broches geométricos de diamantes y los largos collares de perlas del Art Decó.

En 1937, Wayne emigró a Estados Unidos y se instaló en Nueva York. Se dice que creó su propio negocio en 1945 y que tuvo mucho éxito fabricando joyas. A lo largo de su carrera, desarrolló estrechos vínculos con la familia Zale de joyeros Zale y con Stanley Marcus de Neiman Marcus.

Wayne creó imaginativos anillos de cóctel modernistas y otros accesorios durante las décadas de 1970 y 1980, que aún hoy se coleccionan ampliamente.

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