Sofá Arne Norell Kontiki by Arne Norell, Suecia, 1970s

Los diseños perdurables de Arne Norellmezclaban cuero y metal, así como madera torneada y madera curvada, en piezas que permitían que brillara la belleza natural de estos materiales. Sencillos y desenfadados pero sofisticados, sus sofás vintage, tumbonas y otros muebles personifican el estilo moderno escandinavo que arrasó en el diseño posterior a la II Guerra Mundial.

Aunque creó muebles versátiles que promovían la comodidad junto con el estilo, Norell es menos conocido que muchos otros diseñadores de mediados de siglo, y algunas de sus obras sólo se produjeron después de su muerte. Nacido en Åsele (Suecia), Norell abrió un taller de muebles en Solna, al norte de Estocolmo, en 1954. En 1958 fundó Møbel AB Arne Norell en una granja de Småland. (Esta región es también el lugar de nacimiento de IKEA, que abrió su primera tienda ese mismo año). La belleza y la tranquilidad de este lugar fueron una fuente de inspiración.

En Småland, Norell creó sus diseños más conocidos, entre ellos el sillón Inca con espigas de madera a la vista y piel afelpada, los sofás Indra e Ilona y la sobria pero elegante silla Sirocco (1964). Para muchos de sus diseños, Norell se inspiró en los mismos muebles de campaña de estilo militar que, décadas antes, habían inspirado la venerada silla Safari (1933), elaborada por Kaare Klint, legendario diseñador danés y profesor de la Royal Danish Academy of Fine Arts, que enseñó a artistas de la talla de Hans Wegner, Ole Wanscher y otros.

Al igual que estos primeros diseñadores de muebles, Norell se dedicó a fabricar muebles cómodos y prácticos. Utilizando cuero y maderas cálidas como elementos básicos de su trabajo, evitó el pegamento y los tornillos, y en su lugar fijó sus diseños con hebillas y correas de cuero. En 1973, Norell obtuvo el reconocimiento póstumo de la Asociación Británica de Fabricantes de Muebles por su suntuoso sillón Ari, un lujoso juego de salón sobre un armazón de acero cromado con cojines de espuma recubiertos de piel.

Durante su vida, la obra de Norell fue popular entre los diseñadores de interiores europeos. Sin embargo, se hizo más conocido a partir de 1971, cuando muchos de sus diseños se pusieron finalmente en producción. Los muebles de Norell, así como los de su hija Marie Norell-Möller y otros diseñadores suecos, siguen fabricándose a mano en la fábrica de Aneby (Suecia) de Norell Furniture, que sigue siendo una empresa familiar.

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