Fino par de candelabros figurados franceses de seis luces de mármol blanco y bronce dorado

Hijo de un trabajador agrícola, Alfred Boucher nació en 1850 en la comuna francesa de Bouy-sur-Orvin y saltó a la fama como artista prolífico y galardonado a finales del siglo XIX, produciendo esculturas meticulosamente detalladas para personajes de la realeza y presidentes.

Cuando era joven, la familia Boucher se trasladó a Nogent-sur-Seine, donde su padre consiguió trabajo de jardinero para el escultor Joseph-Marius Ramus. Ramus, que trabajaba en el estilo neoclásico , vio potencial en Boucher. Le invitó a trabajar en su estudio y le ayudó a conseguir una beca en Beaux-Arts de Paris cuando Boucher tenía 19 años.

En París, Boucher estudió con los estimados escultores Augustin Dumont y Paul Dubois. Comenzó a desarrollar un estilo único caracterizado por un sentido de la vida, el movimiento y el simbolismo. Aunque Boucher es conocido como escultor académico de , su obra solía rendir homenaje a los jornaleros, un empeño comprensible dado el papel de su padre como peón agrícola. 

A medida que su perfil crecía, Boucher también consiguió encargos para crear bustos de figuras destacadas de la comunidad científica, así como de políticos. El artista entabló amistad con Auguste Rodin -ampliamente considerado el padre de la escultura moderna - y fue mentor de Laure Coutan y Camille Claudel. Más tarde, en 1902, Boucher fundó los estudios de bajo coste La Ruche en Montparnasse para apoyar a los jóvenes artistas.

Boucher participó en su primer salón en 1874, ganando una medalla de bronce. Más tarde vivió en Italia y perfeccionó aún más sus habilidades, y fue galardonado con el Prix du Salon en 1881. Recibió el Gran Premio de la Exposición Universal de París de 1900.

Boucher fue ascendido a Gran Oficial de la Legión de Honor en 1925 y falleció en 1934.

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